Evidentemente hay honrosas excepciones… pero de verdad, de verdad de la buena, te digo que probablemente el factor que más pese en la balanza de la persona que tiene que tomar la decisión de contratarte o no es… la química.

Está claro que deberás cumplir con los requisitos del puesto – la experiencia y conocimientos que fueran solicitados en el anuncio, pero desde el momento que has llegado a la entrevista es porque ya has pasado ese filtro (y mucho más hoy en día, que hay tanta gente buscando empleo que los reclutadores se permiten el lujo de ser súper selectivos con los criterios de selección).

Y por supuesto que también será importante lo que demuestres ser capaz de hacer a lo largo de la entrevista, pero primero, antes de nada, tendrás que pasar el filtro del “encaje” químico con la empresa en general y con tu entrevistador en particular.

El hecho de que algo tan sutil vaya a ser tan decisivo no significa EN ABSOLUTO que no debas ir extremadamente preparado a la entrevista – puede que sí haya ese *feeling* pero si luego no eres capaz de dar pie con bola en la conversación, se perderá, o puede que no lo haya inicialmente pero que consigas, haciendo una entrevista brillante, impresionar de otro modo y así mantener las puertas abiertas.

O sea que no te olvides:

Una entrevista es como una cita a ciegas: los primeros minutos son extraordinariamente relevantes – y ya sabes aquello de “no tendrás una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión” -. Los reclutadores – los jefes – buscan a alguien que muestre entusiasmo y una actitud positiva, por tanto no entres nunca con la cabeza baja y sin mirar a los ojos!!!. Esfuérzate en demostrar  que crees que mereces el puesto, por lo que saluda siempre con una cálida sonrisa y un firme (no doloroso!) apretón de manos.

[N. del A. Yo siempre he tenido un problema con los saludos: a las mujeres hay una extendida tendencia a darnos dos besos. Francamente, no me gusta!!!. Me tensa y me resulta anticlimático estar en un ambiente serio y profesional… y darnos besitos. Defiendo el apretón de manos también para las mujeres! :P].

Y ya que estamos, aunque entraremos en más detalle sobre las entrevistas de trabajo en futuros posts, algunas recomendaciones ANTES de comenzar la entrevista:

No voy a entrar en las obvias de “ir duchado y con los dientes bien lavaditos”, “evitar la colonia o cualquier olor intenso”, “no mascar chicle y, en general, no tener en la boca nada más que los dientes y resto de elementos que te haya dado la madre naturaleza”, “vestir adecuado a la ocasión y no abusar del maquillaje” y, por supuesto: “no llegar tarde”. En cambio, te recomiendo:

En el momento en que entras por la puerta del lugar de la entrevista, cada persona con la que te cruces puede ser relevante –tanto en recepción, como alguien que te indica dónde está la sala, en el ascensor, etc. -, por tanto no bajes la guardia en ningún momento, y actúa con cada uno de ellos con la misma actitud que con el propio entrevistador.

Mientras estás esperando a que te atiendan, evita mantener conversaciones telefónicas, jugar al tetris en el teléfono o escuchar tu IPod – todo esto crea una impresión sobre ti mismo y no sabes quién puede estar observando. Si tienes que hacer una llamada importante, pregunta si hay alguna sala donde puedas hacerla, pero hasta que no salgas del edificio, manténte centrado en lo que vienes a hacer – crear la mejor y más profesional impresión de ti mismo.

Escucha antes de hablar – tanto a quien te vaya a dar una indicación o instrucción a seguir como, por supuesto, al entrevistador: ese día haz el firme propósito de no interrumpir a nadie y esperar a escuchar antes de abrir la boca. Eso sí que causa una buena primera impresión!!!!.

Lo dicho, ya iremos entrando en más detalles sobre las entrevistas de trabajo, pero creo que este es un buen principio ;).

Fuerza y valor!!!

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